DUERME EN EL SEÑOR ENRIQUE RUPERT, PEDAGOGO Y ORGANISTA

De su Alemania natal, había llegado a Madrid, para dirigir las Escuelas Evangélicas fundadas por Federico Fliedner. El balance, cincuenta y tres años después, cuando "durmió en el Señor", fue que "este apóstol de la enseñanza ha estado firme en su puesto, dejando el más grato recuerdo, no sólo entre los muchos millares de niños que recibieron la influencia de sus sencillas al par que sabias lecciones, en los populosos barrios de la Latina y de Peñuelas, sino entre gran número de distinguidos profesores de la enseñanza primaria que apreciaban, que apreciaban en lo mucho que valían sus singulares dotes de pedagogo y de entusiasta de la instrucción de la juventud" "Introdujo en España la Escuela Graduada, que luego ha ido poco a poco arraigando en los establecimientos oficiales" Y redactó libros de texto, que siguieron editándose hasta muchos años después de su muerte. Paralelamente, sirvió como organista de la capilla de la Iglesia Evangélica Alemana. Y su hijo Juan, médico, fue el Director del Hospital Evangélico de Madrid.